Faltaban 15 minutos para las 9 de la noche de este sábado. La avenida intercomunal La Isabelica – Plaza de Toros ya estaba desolada, cuando al CDI llegaron hombres en un carro y un autobús. Fueron directo al área de pacientes aislados con coronavirus. “Estamos aislados de la emergencia. Ellos no tenían una emergencia. Sabían lo que buscaba”, contó uno de los pacientes en exclusiva a Cactus24.
Aunque no sabían las intenciones de la “visita”, hace alrededor de un mes, dos pacientes que están recluidos en ese CDI debieron ser sacados, escoltados por policías, del CDI en Flor Amarillo porque también fueron amenazados con asesinarlos por “contagiar a la comunidad”.
Los médicos cubanos lograron ver las armas de los desconocidos. Mientras los pacientes trataban de resguardarse en las habitaciones. Un señor de 71 años debió esconderse debajo de una camilla por temor a ser asesinado, es parte de otra ruda realidad que deben enfrentar los contagiados con el virus.
Fueron los 45 minutos más angustiantes hasta que llegaron comisiones de la Policía de Carabobo, toda vez que los mismos pacientes alertaran a las autoridades. Dos de los contagiados son militares, quienes también pidieron apoyo a su comando, pero llegó horas después.
Por las noches, los pacientes deben apagar las luces y permanecer a oscuras por medidas de seguridad ante los estigmas de algunos habitantes. Por eso, piden a las autoridades constantes patrullajes por el CDI, sobre todo en horas nocturnas, para evitar hechos mayores.
En días pasados, ese mismo CDI fue noticia. Cuatro pacientes decidieron irse del lugar por las malas condiciones en las que estaban. Luego de ese hecho, mejoraron. Una cisterna lleva agua todos los días. Aunque los médicos siguen pasando revista cada dos o tres días porque no cuentan con los equipos de bioseguridad necesarios para tratar a los enfermos. “Nosotros entendemos a los médicos. Ellos también tienen familia”, dijo uno de los pacientes.
Fuente: cactus24.com.ve
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