De esto hecho se pudo conocer que mediante análisis telefónicos, entrevistas a testigos, y vigilancia móvil y estática, lograron dar con el paradero de estos ciudadanos.
Las detenciones se realizaron de manera simultánea en diversos puntos de la ciudad, como, Colinas de Antarajú, en Barrio Sucre, Barrio Las Margaritas, Cuartel de mantenimiento y apoyo Negro Primero, en la Quinta Avenida, y Troncal 5 a la altura de la alcabala El Cucharo, entre las cinco y media de la tarde y ocho de la noche del pasado lunes.
Al grupo de personas les fue incautado un total de 41 cajas con 1.025 unidades de PCR, así como tres celulares, tres cajas de ampollas de lidocaína, entre otros insumos.
Se desconoce desde qué sitio fue sustraído este material y serán nuevas pesquisas las que determinen la procedencia de los mismos.
Tampoco cuál era el monto de comercialización por parte de los ciudadanos, quienes aprovechándose de la escasez de esta prueba la vendían a quienes la necesitaba para descartar sí estaban contagiados o no.
Esta captura se logra en medio de reiteradas denuncias por parte de autoridades regionales y sanitarias sobre la ausencia de estas pruebas en los centros hospitalarios para pacientes con sintomatología asociada a dicho virus.
Los aprehendidos quedaron identificados como, Estefany Reatiga, de 22 años, de oficio ama de casa, el comerciante, Franklin Medina, de 36 años, el obrero Juan Camilo Vargas, de 24 años.
También, el funcionario de la Policía del estado Táchira, Richard Márquez, y dos soldados del Ejército Bolivariano de Venezuela, quienes responden a los nombres de José David Camperos, de 19 años y José Díaz Blanco, de 25 años.
Todas estas personas fueron puestas a las órdenes del Ministerio Público.
Fuente: La Prensa de Táchira
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