El 2020 fue un año muy amargo para los venezolanos una vez que perdimos a toda la oposición a Maduro y no logramos hacer que nuestros líderes escuchen al pueblo. El hambre continúa, la inseguridad ni se cuenta, el dólar se dispara por completo. Las esperanzas que teníamos sobre Leopoldo López se han ido junto a él, metidas en una maleta, rumbo a España. Las esperanzas que teníamos sobre Juan Guaidó también han ido desapareciendo lentamente.
Este 2021 debería ser el año del resurgimiento de alguna nueva fuerza política o social que nos ayude a librarnos de esta pesadilla llamada Nicolás Maduro, que ya prepara sus tenebrosos planes de hacer que la oposición que él mismo ha creado a su medida, llame a un referéndum consultivo, que efectivamente ya está manipulado y los resultados ya los han escrito a su favor.
Venezuela se prepara para un año lleno de muerte por el virus incontrolable, y mucha hambre por la falta de producción. Apenas el 5 % de las personas sobreviven a costa de los dólares que les mandan los familiares del exterior y de las compras en los bodegones de los chavistas. Pero todo tiene un fin, y este año se acabarán todos estos lujos, hasta para los más ricos.
Fuente: Donlengua.com
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