Eran aproximadamente las 2:00 de la tarde, cuando a la emergencia de la clínica Valles de San Diego fue ingresado un bebé de un año y medio. La médico de guardia diagnosticó presunta asfixia mecánica, como posible causa de muerte.
Al parecer, el niño estaba jugando en el parque de la residencia Monte Mayor, comiendo maní confitado, cuando uno habría quedado atorado en su garganta hasta asfixiarse, reseñó El Siglo.
La madre del pequeño lo traslado al centro médico, pero ya era muy tarde. Mathías, como se llamaba el bebé, había fallecido.
El alerta es para los padres, que sean más responsables y que eviten este tipo de accidentes, manteniendo a los menores siempre bien vigilados y no los dejen manipular objetos pequeños, tanto como un pequeño maní, porque esto le puede suceder a cualquiera, y es una tremenda desgracia.
Fuente: cactus24.com.ve
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